La osteoartritis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta a aproximadamente la mitad de las personas mayores de 60 años. La afectación de la articulación de la rodilla es muy común y puede causar limitaciones importantes para caminar.
Las principales causas de esta patología son traumatismos, una anomalía del desarrollo articular, sobrepeso y alto estrés articular. Con el tiempo, los cartílagos de la rodilla se desgastan y exponen las superficies óseas al contacto mutuo.
En los últimos años, se han desarrollado numerosas opciones terapéuticas, que van desde la terapia farmacológica simple hasta la inyección local de cortisona o ácido hialurónico, hasta la sustitución de la articulación por prótesis artificiales.
Dentro de un plan terapéutico también existe la fisioterapia, que tiene como objetivo aumentar la movilidad y flexibilidad de la articulación, así como fortalecer los músculos de la pierna. La fisioterapia, así como el ejercicio, a menudo son eficaces para reducir el dolor y mejorar la función articular.
Una nueva perspectiva de la fisioterapia de la artrosis proviene de un trabajo reciente publicado en Annals of Internal Medicine, que compara los resultados de la fisioterapia con los obtenidos con la práctica del Tai Chi.
Los 204 pacientes incluidos en el estudio fueron asignados al azar a una serie de sesiones de Tai Chi, dos veces al día, durante doce semanas, o a un tratamiento de fisioterapia dos veces por semana, durante seis semanas, seguido de seis semanas de ejercicio monitoreado en casa. Las sesiones de Tai Chi se realizaron bajo la guía de instructores experimentados.
El criterio principal de valoración fue la presencia de dolor articular, evaluado con la escala WOMAC. Los criterios de valoración secundarios, evaluados a las 12, 24 y 52 semanas, incluyeron la función articular y la rigidez, la depresión y los resultados de las pruebas de marcha de 6 minutos y 20 metros, entre otros. A los participantes se les permitió continuar usando sus medicamentos habituales, como los AINE y el paracetamol.
Los resultados mostraron que ambos grupos tuvieron una mejoría similar del dolor y mejorías en la mayoría de los criterios de valoración evaluados a las 12 semanas y en todos los criterios de valoración evaluados a las 24 y 52 semanas.
Desplazándonos por los datos del estudio vemos cómo de hecho el Tai Chi indujo una mejoría mayor que la fisioterapia en la mayoría de los criterios de valoración considerados, pero sin llegar a ser estadísticamente significativos. Excepto en la evaluación de la depresión, donde la disciplina china ha demostrado ser superior.
Por lo tanto, esta investigación parece resaltar cómo se puede recomendar Tai Chi a pacientes con osteoartritis, para la mejora de los síntomas dolorosos y el bienestar general. El componente mental y de socialización del Tai Chi podría agregar beneficios adicionales específicos al ejercicio simple.