Descubrir… EnneaMediCina: una guía ágil para conocerte a ti mismo y a tu cuerpo – por Gianni Paris
“Cada persona tiene su propia estructura psicofísica, su propia historia y necesita un camino que tenga todo esto en cuenta”. EnneaMediCina es todo esto: es el camino por el que caminar para activar el potencial contenido en el ADN y aprender a ser el arquitecto del propio destino.
EnneaMediCina es una obra, dentro de la cual se puede encontrar un nuevo modelo, una nueva forma de entender al hombre y sus esferas.
De hecho, la obra combina, en una unión que te mantendrá cautivado, la Medicina Tradicional China con el Eneagrama. La autora del libro es Liliana Atz, psicóloga y experta en Medicina Tradicional China, así como profesora de Eneagrama.
Pero también es un excursus histórico que comienza a finales de 1500, cuando el mundo fue revolucionado por la división entre mente y cuerpo liberada por las tesis de Descartes, y llega hasta nuestros días, con el redescubrimiento de la importancia de la visión holística en la vida de las personas.
La mirada se dirige tanto al Este, del que deriva la antigua y fascinante Medicina Tradicional China (MTC), como a la doctrina anticuada del Eneagrama, recientemente devuelta con fuerza en boga. Porque, como se puede ver al leer este manual fluido e intuitivo, Occidente y Oriente son mundos diferentes que se complementan entre sí.
Y esta es quizás la batalla que nos espera: superar definitivamente el modelo cultural y científico de Occidente, que durante siglos ha tendido a dividir y sectorizar, abrazar una visión más holística, típica del mundo oriental.
Una obra en la que se superan los cánones clásicos de la sociedad positivista, y se ofrece al lector una amplia y amplia gama de interpretaciones antiguas. Un espacio en profundidad está dedicado al significado de los números.
Liliana Atz, la autora, nos cuenta una historia que le fascina: “La numerología es una ciencia antigua, de la cual, en Occidente, Pitágoras fue uno de los más ilustres conocedores. Incluso San Agustín creía que todo tenía una relación matemática y escribió “Los números son el lenguaje universal ofrecido por los dioses a los humanos como una confirmación de la verdad”. Finalmente, Jung, el famoso psicoterapeuta, consideró el número una entidad numinosa y sagrada.
“La física cuántica – especifica el profesor – revela cómo el observador se convierte en parte de lo observado. Las consecuencias son revolucionarias, desconcertantes y fundamentalmente de acuerdo con lo que los grandes espirituales iluminados siempre han dicho desde los albores de los tiempos; El tiempo es bidireccional, la materia no es la realidad. La realidad es conciencia”.
“La física cuántica y la neurociencia ahora están de acuerdo en que nuestro nivel de conciencia hace que el sistema nervioso se mueva, creando una de las infinitas realidades posibles, tanto individual como colectivamente. Todo esto ya se conocía en la antigüedad y nos fue transmitido a través del lenguaje simbólico de los números. La numerología – concluye el autor – se convierte por lo tanto en una importante puerta de entrada al universo del hombre macro y micro cosmos”.
Aunque se abordan temas de cierta importancia –y de hecho ha surgido una obra indudablemente didáctica–, el estilo es fluido y el lenguaje al alcance de todos. Libre de enrevesados giros de palabras, las ideas y enseñanzas que el libro dispensa están destinadas a un lector variado e instintivamente inclinado a aprender. Sin embargo, le preguntamos al autor por qué un lector joven, y tal vez no acostumbrado a estos temas, podría extraer valiosas lecciones de este libro.
“En nuestra sociedad occidental – responde – podemos decir verdaderamente que no tenemos mayores deficiencias en el aspecto material. La comida no es una prioridad y la mayoría de nosotros también podemos permitirnos otras cosas. Sobre estas necesidades inducidas se proyectan inconscientemente otras necesidades, otras urgencias de realización interior, que así permanecen ‘sin voz'”.
“¿Cuál es el sentido de la vida?”, pregunta Liliana Atz, tratando de ofrecernos una respuesta a una pregunta que ha atormentado a la humanidad durante siglos. “Según la Organización Mundial de la Salud, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no la mera ausencia del estado de enfermedad o dolencia. Pero en nuestra sociedad de la imagen cada vez más personas, más o menos, manifiestan su malestar con actitudes destructivas y autodestructivas”.
“Por desgracia -continúa- hemos aprendido a ocultar incluso nuestros vacíos interiores, nuestro malestar existencial, olvidándonos de nosotros mismos, nos adaptamos servilmente porque “così fan tutti”, perdiendo el contacto con nuestra interioridad. Creo que es importante para cualquiera, y más que nunca para un joven, prepararse para el futuro conociendo y practicando la herramienta ‘EnneaMediCina'”.
Y luego capítulos enteros dedicados a nuestro cuerpo que, lejos de ser un motor sordo e ininfluenciable, está condicionado por factores que hasta hace unas décadas no se tenían en cuenta. En el capítulo dedicado al sistema endocrino, Liliana Atz escribe que “una visión optimista conducirá a un buen funcionamiento, una visión pesimista producirá desequilibrios”.
El autor confirma esas frases: “A partir de la infancia, diversos estudios psicológicos han puesto de relieve cómo la relación con la madre y/u otras figuras de referencia es decisiva en la activación de rasgos temperamentales que se manifiestan, en el niño, desde el primer año de vida. Ya en los años ochenta John Bowlby, psicólogo y psicoanalista británico, apoyó la “teoría del apego”. La ciencia ha demostrado ampliamente, como en el cerebro de los mamíferos, que las emociones positivas facilitan la activación de una serie de reacciones tales como desencadenar las funciones del sistema inmune, mientras que los estados depresivos causan una inhibición de la resistencia inmune. Lo que durante milenios, ahora, ha sido afirmado por la Medicina Tradicional China…”
¿Y qué pasa con el retraso cultural y el hecho de que estos temas no se examinan en absoluto en la escuela? “Responder a esto – responde el autor – requeriría un análisis socio-político-cultural muy amplio. Ciertamente, cada cambio de paradigma lleva tiempo, que el viejo modelo, a pesar de todas sus obvias lagunas y accesorios, lucha por ceder, incluso al lenguaje de la ciencia. Hay demasiados intereses en juego… Por lo tanto, depende de cada uno de nosotros, como dijo Gandhi, ser lo que nos gustaría que fuera el mundo”.
La cultura oriental, en definitiva, nos ofrece puntos extraordinarios sobre los que reflexionar. El cerebro, por ejemplo, estaría estrechamente ligado al corazón, que es el órgano imperial. Cada vez más cardiólogos se inclinan hacia un sistema corazón-cerebro. ¿Es esto correcto?
“Se ha corregido a sí mismo, confirma el autor. – Según la Medicina Tradicional China, el Corazón supervisa las emociones, la conciencia, el pensamiento, el espíritu y la coordinación de los aspectos emocionales y cognitivos. Es el ejecutor de la información enviada por los cinco sentidos: interpreta, convierte, asimila y provoca una reacción adecuada a las pruebas de la vida, adaptándolas a su mundo interior”.
El Corazón y el Cerebro serían, por lo tanto, los asientos de la inteligencia del hombre, los órganos del conocimiento y del espíritu. “El Corazón – continúa Liliana Atz – tiene inteligencia emocional, conocimiento inmediato e instintivo, mientras que el Cerebro tiene conocimiento racional. La medicina occidental también está estudiando estas relaciones entre el cerebro y el corazón, y cuando el cerebro emocional se desfasa, el corazón sufre y, a la larga, se agota. Pero lo más sorprendente es que esta relación es bilateral: en cada momento de la vida, el equilibrio del Corazón influye en el Cerebro”.
“La investigación en neurocardiología – concluye Liliana Atz, – muestra que el corazón es un órgano sensorial y un centro sofisticado para recibir y desarrollar información. En la práctica, el Corazón involucra a todo el organismo en las variaciones de su amplio campo electromagnético, percibe, siente e influye en toda la fisiología, comenzando por el Cerebro”.
¿Puede la lectura de este libro llevarnos a una nueva visión? “Es debido a mis malestares existenciales que comencé mi camino personal de investigación. Mi vida – explica Liliana Atz, – ha cambiado en conciencia. Mis necesidades son ahora ‘mis necesidades’ y no pierdo el tiempo con aquellos que me ofrecen soluciones listas para usar”.
“Cada persona – concluye el autor – tiene su propia estructura psicofísica, su propia historia y necesita un camino que tenga todo esto en cuenta”.
EnneaMediCina es todo esto: es el camino por el que caminar para activar el potencial contenido en el ADN y aprender a ser el arquitecto del propio destino.
Puedes encontrar la obra completa de Liliana Atz en todas las tiendas online y este sitio.