Introducción
Las antiguas “prácticas de larga vida” de matriz chamánica, se pierden en las brumas del tiempo de la historia china.
En un mundo peligroso y misterioso, el hombre de la antigüedad buscó una manera de armonizar y sobrevivir en el entorno en el que vivía. A través de la observación de las leyes de la naturaleza, trató de interpretar la voluntad de “Di”, la deidad suprema incognoscible.
A la cabeza de las tribus, los chamanes, a menudo mujeres, expertos en fitoterapia, exorcismo y espiritismo, buscaban el contacto con las fuerzas de la naturaleza: fueron los primeros médicos de la historia china.
Sus técnicas de curación también incluían movimientos físicos y protocolos de emisión vocal.
A través de estas danzas sagradas, coordinaron los movimientos corporales y la respiración con las respiraciones de la creación, alejando las energías perversas del cuerpo.
Según la opinión de varios estudiosos, estas danzas eran solo la anticipación de lo que es el actual Chi Kung, que también incluye la práctica de Bioespirales, cuyo propósito fundamental es precisamente llevar el Qi del organismo en resonancia con las respiraciones de la naturaleza.
Psiconeuroendocrinoinmunología en la Medicina Tradicional China
“La Medicina Tradicional China, a la que pertenecen estas prácticas milenarias, asigna al Corazón las funciones que en Occidente se atribuyen al Cerebro y al Sistema Nervioso Central: emociones, conciencia, memoria y pensamiento, indicadas por el ideograma Shen.
El corazón produce hormonas que actúan directamente sobre el cerebro. En la práctica, el Corazón involucra a todo el organismo en las variaciones de su amplio campo electromagnético; Percibe, siente e influye en toda la fisiología, empezando por el cerebro.
Según M.T.C. el Cerebro, el “Mar de Médulas”, está formado por líquidos Jin-Ye, en particular de Ye, las sustancias Yin que alimentan los tejidos. Estos líquidos se espesan para formar el cerebro, que, de esta manera, estará en relación con todo el cuerpo.
Brain y Marrow son una pareja inseparable”. a)
“La médula ósea origina las células sanguíneas que transportan nutrientes, actitud defensiva, oxígeno y desechos por todo el cuerpo. Por lo tanto, la abundancia o escasez de médula afectará no solo el cerebro y la columna vertebral, sino también los huesos.
El hueso, como la médula, y por lo tanto el cerebro es un tejido conectado al riñón y los soplos esenciales originales. Los huesos duros contienen y protegen la médula blanda que los origina.
Para la medicina china, los riñones conservan la energía esencial, Jing y gobiernan los huesos y, por lo tanto, la médula ósea encerrada en ellos, la médula espinal y el cerebro de los que dependen la memoria, la concentración, el pensamiento y el funcionamiento de los órganos sensoriales.
De todo esto deducimos la presencia de una importante relación entre el Riñón y el Cerebro, derivada de los líquidos Jin-Ye, que constituyen la sustancia de las Médula y el Cerebro y que dependen del Riñón para su transformación y distribución, así como su conexión muy estrecha con el Corazón.
Psiconeuroendocrinoinmunología: el Zang/Fu
Durante la fase de desarrollo embrionario, los Shen se unen a las estructuras corporales en formación, generando los diversos órganos (Zang), entidades psicosomáticas reales.
La medicina china postula una correspondencia entre los cinco órganos (corazón, pulmón, hígado, riñones y bazo) y el Shen relativo, es decir, los aspectos psíquicos específicos de la actividad vital, las “almas vegetativas” de los órganos individuales.
El hígado es el hogar del hun, el pulmón del Po, el bazo-páncreas del Yi, el riñón del Zhi, mientras que el corazón es el asiento del Shen.
El Corazón / Mente, también llamado el Emperador, como el asiento del Shen propiamente dicho, se coloca en la parte superior absoluta de la jerarquía entre los órganos internos. Es a través de la Sangre que sus mensajes llegan a todas las células de los diversos distritos del cuerpo. Las emociones fuertes o dificultades de la vida cotidiana, que se manifiestan a través de estados de ánimo, emociones y sentimientos particulares, que caracterizan la estructura psicofísica del individuo, influyen en el funcionamiento de todo el cuerpo / mente, de todos los Zang / Fu.
Para la MTC, un organismo equilibrado y sano es el resultado del buen funcionamiento de todos los órganos: por lo tanto, no existe el concepto de enfermedad orgánica o enfermedad psicosomática, ya que la psique y el soma se expresan siempre y simultáneamente entre sí”. a)
“Cinco emociones y siete sentimientos”
Para M.T.C. hay:
a) causas externas de la enfermedad:
-viento;
-frío;
-calor;
-humedad;
-sequedad;
b) las causas dietéticas de la enfermedad;
c) causas internas de la enfermedad: las Cinco Emociones y los Siete Sentimientos.
Las Cinco Emociones son una consecuencia de la estructura del ser, de su temperamento. Están relacionados con sus características congénitas, su genotipo.
Las emociones, y especialmente sus manifestaciones de desequilibrio, están asociadas con los órganos según el ritmo de los Cinco Movimientos.
Los vínculos se producen entonces entre:
madera (hígado) e ira;
Fuego (Corazón) y Alegría;
Tierra (bazo/páncreas) y reflexión;
Metal (pulmón) y tristeza;
Agua (riñones) y miedo.
Los Siete Sentimientos, que además de las Cinco Emociones consideran Preocupación, conectados a los órganos de Bazo/Pulmón y Choque, que daña tanto el Corazón como los Riñones, son la fusión de lo que está dentro del individuo con lo que está fuera de él, resultado de la interacción del genotipo (Esencia) con el fenotipo (Personalidad). Son la concreción de la intención, el paso al acto.
La lectura de los desequilibrios psíquicos y físicos, de acuerdo con esta visión, se establece por lo tanto en términos de desarmonía de un sector de la Unidad de Energía (órgano / intestinos), con respecto a la realidad externa con la que está en resonancia. a)
La visión occidental
“Cada individuo es el resultado de un trabajo sutil, nervioso, endocrino, hormonal, como también confirma la psiconeuroendocrinoinmunología.
El sistema endocrino o sistema hormonal está representado por un conjunto de glándulas y células, que secretan sustancias llamadas hormonas.
El sistema endocrino administra el funcionamiento del organismo humano en conjunción con el sistema nervioso.
El funcionamiento del sistema endocrino se caracteriza por un control complejo destinado a satisfacer precisamente las necesidades del organismo. Son parte del sistema endocrino: la hipófisis, la epífisis, la tiroides, la paratiroides, las glándulas suprarrenales, el páncreas. Otros órganos también tienen función endocrina: los ovarios y los testículos, el miocardio (parte del músculo cardíaco), el riñón, el timo, el hígado.
Las glándulas están todas conectadas a la glándula pituitaria. Es a través de ella que tiene lugar la modulación de su funcionamiento, a través de la liberación de hormonas en el torrente sanguíneo.
La glándula pituitaria en sí misma es cadenciada por el hipotálamo que, con un mecanismo articulado, regula múltiples funciones del organismo, tales como: ritmos circadianos (1), actividad reproductiva, presión arterial y temperatura corporal, así como la del sistema nervioso autónomo.
El funcionamiento equilibrado de la glándula pituitaria y el hipotálamo, por lo tanto, es fundamental para el manejo de todo el sistema cuerpo / mente.
Una visión optimista y positiva inducirá un buen funcionamiento de este eje y por tanto una correcta calibración de las principales hormonas. Por el contrario, una visión
El pesimismo producirá desequilibrios que afectarán a diferentes niveles, lo que sugiere cuánto está conectada la visión del mundo de uno con el estado de salud de uno y cuánto lo afecta”. a)
Psiconeuroendocrinoinmunología
La psiconeuroendocrinoinmunología (PNEI) describe ese campo de investigación que incluye diferentes disciplinas científico-humanísticas, aparentemente desconectadas entre sí, como la psicología, la biología, la neurología, la inmunología y la endocrinología; en otras palabras, los lazos que unen la mente y el cuerpo.
Esta ciencia investiga las relaciones entre la psique, el sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmunológico, que, a través de la transmisión en el cuerpo de moléculas llamadas neuropéptidos, interactúan continuamente entre sí.
Los neuropéptidos se llaman “moléculas psíquicas”, ya que no solo transmiten información hormonal y metabólica, sino también emociones y señales psicofísicas.
Cada estado emocional como el amor, el miedo, el placer, el dolor, la ansiedad, la ira, etc…, con sus matices complejos, llamados sentimientos, es transmitido en el cuerpo por neuropéptidos específicos.
Estos últimos, con sus receptores, se han encontrado en todas las partes del cuerpo, especialmente en la sangre,(2) en el sistema inmunológico y el intestino, así como en el sistema nervioso.
Por lo tanto, podemos decir con seguridad que las emociones y las sensaciones no solo participan en la memorización de experiencias, sino que son los garantes de la mayoría de los procesos neurofisiológicos que regulan o bloquean el funcionamiento de todo el sistema cuerpo-mente.
Las células que permiten la “autoconciencia” se encuentran en el cerebro, en particular, la estructura involucrada en la integración de estímulos emocionales es el sistema límbico.
Múltiples investigaciones indican que la amígdala y el hipotálamo, que constituyen la parte central del cerebro límbico (emocional) y que se delegan al gobierno de las emociones y los recuerdos, son los sectores cerebrales en los que fluye la mayor cantidad de información y emociones. En el centro de la misma área está la glándula pituitaria, la glándula que guía y modula las funciones de todas las demás glándulas del cuerpo.
El sistema límbico establece profundas interconexiones con el resto del cerebro y con los principales sistemas del cuerpo, como el endocrino e inmunológico, a través de la difusión de neuropéptidos, de los cuales es particularmente rico.
Muchos neuropéptidos son hormonas y realizan su tarea a través de la Sangre(2): es “(a) a través de los glóbulos blancos, por ejemplo, que el sistema inmune se activa para recibir y transmitir los mensajes de los neurotransmisores que llevarán sus mensajes de salud o enfermedad. En el timo, la glándula ubicada justo encima del corazón, es, de hecho, el sitio principal del complejo mecanismo de generación de linfocitos T. (3)
La ciencia ha demostrado ampliamente, como en el cerebro de los mamíferos, que las emociones positivas facilitan la activación de una serie de reacciones tales como desencadenar las funciones del sistema inmune, mientras que los estados depresivos causan una inhibición de la resistencia inmune. Y desde el Corazón, a través de un mecanismo complejo, los neurotransmisores van a influir en el Hipotálamo.
Es probable que cada neuropéptido recuerde un “tono emocional” preciso, correspondiente a una situación psíquica dada. a)
Conclusión
Por lo tanto, podemos decir con seguridad que una práctica correcta de la llamada “gimnasia médica”, a la que también pertenecen las Bioespirales, ayudándonos a aumentar la producción y circulación de Qi en el cuerpo, estimula simultáneamente la circulación de la sangre y las emociones. Qi (Yang) es, de hecho, solo el aspecto más inmaterial de la Sangre (Yin), Sangre que, en la MTC, se encarga de llevar la voluntad del Corazón del Emperador a todos los distritos corporales.
Un Corazón sereno calma a todos sus “Funcionarios” (Zang/Fu), reduciendo el estrés, permitiéndonos crecer como individuos conscientes que no queman inconscientemente el Jing, la energía ancestral, que nos fue dada en el momento de la concepción y que determina la calidad y duración de nuestra existencia.
1) Ritmo circadiano: ciclo que tiene lugar aproximadamente cada 24 horas, con el que se repiten regularmente ciertos procesos fisiológicos. Los r.c. están regulados por factores internos (el llamado reloj biológico) y factores externos (por ejemplo, luz y temperatura). En las plantas, ejemplos de r.c. son los movimientos de apertura y cierre de los estomas, así como la apertura y cierre de ciertas flores. En los animales, el ciclo sueño-vigilia y la producción de ciertas hormonas (por ejemplo, la melatonina secretada por la epífisis) siguen un r.c.
2) Crf: Sangre en la MTC
3) Linfocitos T: células sanguíneas con función de anticuerpos, desempeñando un papel muy importante en el sistema inmunológico.