Todo hombre, al nacer, está dotado de un patrimonio energético hereditario, el Qi ancestral, transmitido por los padres y fuente de toda vitalidad. Es una fuerza que no puede modificarse ni renovarse y, una vez agotada, el individuo muere: por tanto, debe protegerse.
Junto al Qi original, existen también dos energías fundamentales que pueden asimilarse del entorno exterior: la energía respiratoria, absorbida a través del oxígeno del aire, y la energía alimentaria, derivada de los alimentos consumidos.
Estas dos formas de energía se reponen continuamente.
Por ello, para mantener la salud es esencial prestar atención a la calidad de la alimentación, la realización de gimnasia médica y la práctica de ejercicios respiratorios.
Según las antiguas teorías chinas, el universo consta de cinco elementos primordiales: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua.
La Teoría de los Cinco Movimientos clasifica la mayoría de los fenómenos naturales en cinco categorías. Durante la dinastía Han occidental (206 a.C.-24 d.C.), la teoría del Yin/Yang se integró con la de los Cinco Movimientos, dando lugar a un único sistema “Yin Yang Wu Xing Xue”, concebido como un flujo de Qi, en el que cada movimiento corresponde a una fase del ciclo de cinco transformaciones del Yin/Yang.
La Tierra, base de toda transformación, se sitúa en el centro. Asociada al color amarillo, permite sembrar, crecer, madurar; simboliza el final del verano y expresa el equilibrio entre las polaridades Yin/Yang.
La madera, asociada al color verde, simboliza la vegetación que nace de la tierra y renace en primavera, el paso del Yin al Yang, de la oscuridad a la luz.
El fuego incluye todo lo que arde y se eleva: asociado al rojo y al verano, con su movilidad, luminosidad y calor expresa el Yang por excelencia.
El metal, el color blanco, representa la dureza pero también la capacidad de ser maleable y capaz de transformarse. La estación que lo caracteriza es el otoño, el paso del Yang al Yin, de la luz a la oscuridad con el retorno de las influencias del Cielo hacia la Tierra.
El agua corresponde al máximo del Yin, a la oscuridad, al frío, al invierno, al color negro.
Los Cinco Elementos (o Movimientos) no deben entenderse como sustancias pasivas y estáticas, sino como fuerzas dinámicas en transformación cíclica.
El primer modo de movimiento de los cinco elementos es el de la “generación”: la Madera genera el Fuego, que con sus cenizas genera la Tierra. De ésta se extrae el Metal, que se licua generando el Agua, con la que se genera la Madera. Este ciclo continuo asegura la generación y la transformación en la naturaleza. En este ciclo se contemplan dos relaciones, la de la “madre” que genera y la del “hijo” que es generado.
La segunda forma de relacionar los elementos se denomina ciclo de “dominación o templanza”, porque una generación excesiva puede dañar los elementos, mientras que el control mutuo los mantiene en equilibrio. También llamada ley del “abuelo-nieto”, establece que cada movimiento controla al segundo que le sigue en la secuencia de generación y es a su vez controlado por el segundo que le precede, así: la Madera controla a la Tierra, que a su vez controla al Agua, que controla al Fuego, que controla al Metal, que finalmente controla a la Madera.
Cuando deja de haber coordinación entre los cinco elementos, aparecen dos ciclos anormales. El primero de ellos se denomina “inhibición”. El control se efectúa en el mismo orden que el ciclo de templanza, pero de manera excesiva. Por ejemplo, una Madera muy fuerte no será atemperada por el Metal y la Tierra, que normalmente es el elemento dominado por la Madera, se verá perjudicada.
El último ciclo examinado se denomina “revuelta”. Aquí la dominación es contracorriente (en sentido contrario a las agujas del reloj). Por ejemplo, los golpes del Metal dominan naturalmente a la Madera, pero si ésta es demasiado fuerte o aquél demasiado débil, se producirá la llamada “venganza” de la Madera sobre el Metal.
A cada elemento está ligada una parte del cuerpo humano: la Madera al Hígado; el Fuego al Corazón; la Tierra al Bazo-Páncreas; el Metal a los Pulmones; el Agua a los Riñones.
El terapeuta debe tener siempre presentes las relaciones de interdependencia entre los órganos y las funciones corporales, las emociones y las situaciones climáticas, ambientales y estacionales.
La Medicina China se convierte así en una ciencia metafórica destinada a ayudarnos a comprender que formamos parte de la naturaleza. Cada fenómeno corresponde a una estación, un punto cardinal, una energía del cielo, una mutación natural, un color, un sabor, un sonido, un órgano, una víscera, un órgano de los sentidos, una parte del cuerpo, una emoción, una secreción, una estructura individual (véase el cuadro adjunto).
Psicológicamente, pretende ayudar a la persona a reconocer su papel como parte de un sistema universal y a establecer, mantener y fomentar la integración de todos los diversos aspectos de ese sistema.
Bibliografía:
Elementos de Medicina Tradicional China – F.Bottalo Rosa Brotzu – Ediciones Xenia
Medicina china – Ted J. Kaptchuk – Ediciones Red
Medicina Tradicional China – M. Corradin C. Di Stanislao M. Parini Editorial Ambrosiana
Elementos de Medicina Tradicional China – J.Schatz, C. Larre, E. Rochat De La Vallèe – Jaca Book
APPARTENENZA DEI FENOMENI AI 5 MOVIMENTI
Movimientos | Madera | Fuego | Tierra | Metal | Agua |
Estaciones | Primavera | Verano | Finales de verano | Otoño | Invernio |
Cómo | Este | Sur | Centro | Oeste | Norte |
Energías cósmico | Viento | Calor | Humedad | Sequedad | Frío |
Mutaciones | Desarrollo Madurez | Nacimiento | Transformación Recolección | de mutaciones Puesta en reserva Conservación | Muerte |
Colores | Verde/azul | Rojo | Amarillo | Blanco | Negro |
Sabores | amargos | Amargo | Dulce | Picante | Salado |
Suena | Xu | He | Hu | Shi | Chuei |
Bazo | Pulmón | Riñones | Hígado | ||
Víscera (Fu) | Vesícula Biliar | Intestino | Intestino Delgado | Triple foco Estómago Intestino | Intestino grueso Vejiga |
Órganos de los sentidos | Ojos | Lengua | Boca | Nariz | Oídos |
Partes del cuerpo | Músculos | Tendones | Vasos sanguíneos | Carne Piel/Cabello | Huesos Médula |
Emociones | Ira | Alegría | Reflexión Pensamiento | Tristeza | Miedo |
Secreciones | Lágrimas | Sudor | Saliva | Mucosidad (nasal) | Babas |
Estructura individual | Seco Áspero | Segaligno Activo y cálido Dulce | , equilibrio Longilinear “centrado” | Pálido | Manantiales dinámicos Plácido |