Cada vez con más frecuencia oímos hablar de la mujer “multitarea”, es decir, la mujer capaz de cuidar de la familia, el trabajo, el autocuidado, el papel social al mismo tiempo. Esto es lo que la sociedad espera de la mujer “moderna” y lo que las mujeres han aprendido a esperar de sí mismas. A menudo, sin embargo, aquellos que se comprometen con este objetivo se quedan, tarde o temprano, decepcionados por su desempeño y terminan tomando un punto de vista negativo hacia sí mismos.
Hay mujeres que tienen dificultades para tener hijos y emprenden largos y exigentes caminos asistenciales que las ponen a prueba, mujeres que olvidan sus necesidades en favor de la familia, mujeres profundamente decepcionadas por el puesto de trabajo que ocupan, mujeres que se entregan día tras día al cuidado de una persona enferma…
En estos y muchos otros casos, las mujeres se comprometen a convertirse en personas “completas”, capaces de cuidar de todo y de todos, simplemente descuidándose a sí mismas. Así, desarrollan dolencias físicas estrechamente relacionadas con la condición psicológica que experimentan: presentan ataques de ansiedad, trastornos alimentarios, insomnio, problemas relacionados con la esfera sexual, incluso depresión. En la mayoría de los casos, debido a la necesidad de ser siempre eficientes, buscan una solución rápida a tales síntomas y recurren a la medicación; A menudo abusan de ella. Pocas son las mujeres que recurren a un psicólogo, precisamente porque no se dan cuenta de cuánto están vinculadas las molestias a las expectativas hacia sí mismas. Además, el especialista constituye un gasto que pesaría sobre el ménage familiar, un “lujo” que no se puede permitir sin más preocupaciones.
LA EXPERIENCIA ORIENTAL Y LA UNIÓN CUERPO-MENTE: TAI CHI
El término chino Taijiquan (Tai Chi simplificado) se refiere a un método, un arte especializado para el cultivo de la salud, la práctica marcial y el crecimiento espiritual. Es una práctica tradicional, donde tradicional significa su origen antiguo de al menos tres mil años, ya que los ascetas taoístas, inspirados en la naturaleza y en particular en los animales, idearon un sistema de ejercicios para preservar la salud, la longevidad y el bienestar. El Tai Chi, con sus movimientos simples y lentos, no requiere ninguna preparación física y puede ser practicado por todos: los ejercicios son suaves y se pueden hacer de acuerdo con las habilidades de cada uno.
Los efectos terapéuticos de la práctica son diferentes: los pulmones se tonifican y la frecuencia respiratoria se reduce con un ahorro saludable de energía. Mejora la circulación sanguínea, aumenta los linfocitos y los anticuerpos que defienden el organismo. El corazón “descansa”, los latidos del corazón disminuyen y la presión arterial se regula. Aumenta la salivación y acelera el peristaltismo (movimientos y secreciones del estómago) con grandes beneficios para la digestión. Estimula la termorregulación, las hormonas de crecimiento y las que regulan el desarrollo sexual. Es una práctica recomendada en caso de diversas patologías del tracto genital y urinario. Hay muchos estudios científicos que, especialmente en los últimos años, destacan los efectos beneficiosos del Tai Chie que muestran cómo una práctica regular puede ser parte completa de las vías de tratamiento: rehabilitación en diversas enfermedades cardiovasculares, ralentización del deterioro cognitivo y neuromotor,
El control de la presión arterial en pacientes con hipertensión arterial, la prevención de recaídas en pacientes con cáncer, son solo algunos de los campos de la salud en los que se ha demostrado la eficacia de esta práctica en todo el mundo que identifica cuerpo y mente como una sola entidad.
Calmar el “corazón” y despejar la “mente” aumenta la calma y el “centramiento”. Estableces una relación positiva con tu cuerpo y te sientes activo y vital. El Tai Chi es también un arte marcial que fortalece el carácter y la voluntad. Enseña a mantener la calma y la frescura ante el peligro (enfermedades o situaciones de emergencia).
Los efectos sobre la psique también se han explicado científicamente: algunos estudios demuestran el efecto de la práctica en los puntajes de las principales pruebas utilizadas en psicodiagnóstico (MMPI, SCL-90-R, EPI, con una disminución en las puntuaciones en las escalas de depresión, histeria, paranoia, esquizofrenia y una reducción en los aspectos neuróticos) destacando cómo la práctica de Tai Chi puede tener una función de estabilización mental, así como un valor preventivo en el desarrollo de diversos trastornos relacionados con la ansiedad y la depresión.
Tomado de: www.prospettivapsicologia.it